Paisaje de arcilla
de Alejandro Aguilar

Leccion de honestidad (Lesson in Propriety)

En español

El deterioro se multiplica por todas partes. Los uniformes raídos, las clavos de las botas aguijoneando los pies, la lencería del pequeño hospitalito remendada y pardusca, los techos perforados por las piedras y atravesados por la lluvia recurrente. Pero en el matutino de hoy se informa que habrá inspección del Estado Mayor. Vendrá un alto oficial de apellido tan exótico que el teniente jefe de compañía no puede repetir. Hay que mostrar al mando que esta es una escuela modelo. Los próximos días serán duros. Habrá que arreglar muchas cosas para que los visitantes encuentren la verdad que desean constatar. Aparecen los zapatos nuevos y los uniformes tanto tiempo retenidos en los almacenes. La alimentación mejora notablemente. Las piedras que bordean los senderos vuelven a blanquear. Se ordena a los elementos engalanar las aulas y hacer verdaderas obras naíf de jardinería frente a los dormitorios. Los retazos de la enseña nacional que por mucho tiempo se debatieran agónicos en el asta, son sustituidos por una bandera nueva. La ceremonia de incineración, que exigen los reglamentos, no se verifica. El tiempo apenas alcanza antes que llegue la inspección. En la tribuna que preside el polígono de marchas y los actos masivos, aparece una valla con una inscripción en letras rojas: "LA ARCILLA FUNDAMENTAL DE NUESTRA OBRA ES LA JUVENTUD". Ernesto Che Guevara. El día señalado se inicia con un nerviosismo evidente entre la oficialidad. Los alumnos, en cambio, se mueven entre la obediencia a las miradas fiscalizadoras de los jefes y el desgano cuando están fuera de su alcance.

In English (trans. by Andrew Hurley)

Deterioration is everywhere. Everywhere, decay-frayed and threadbare uniforms, nails coming up through the bottoms of the boots, the linens in the little infirmary yellowing and mended, roofs leaking from the rock-holes in them. But at today's 6:00 a.m. formation, the boys are informed that there is going to be an inspection by the General Staff. A high-ranking officer with a name so exotic that the lieutenant who's now the company commander can’t pronounce it will be coming. Headquarters must see that this is a model school. The next few days will be hard. A lot of things will have to be done so that the visitors will find the truth they want to see. New boots appear, and uniforms warehoused for so long. The mess in the mess hall improves notably. The rocks that border the walkways are whitewashed again. The elements receive orders to decorate the classrooms and create masterpieces of primitive art in the flowerbeds in front of each barracks. The tatters that have been hanging up there in agony on the flagpole for so long are replaced by a new flag. The requisite ceremony to burn the old one is not carried out; there is no time before the inspection. Up on the stage that overlooks the parade field there appears a banner with an inscription in red letters: THE FUNDAMENTAL CLAY TO MOLD OUR DREAMS IS YOUTH. Ernesto Che Guevara. The day set for the inspection begins with great nervousness on the part of the officers. The students, on the other hand, swing between smart obedience to the supervisory looks of their commanders and who-gives-a-shit slacking when they turn away.